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Leer másAgatha Christie tiene mil y un personajes para coleccionar empezando por Hercules Poirot y miss Marple y sin embargo este siempre será uno de los que más me emociona por la calidad de su construcción.
James Sheppard es un narrador testigo, lo cual es normal en una novela policiaca tradicional porque permite que veamos el proceso del detective sin estar en su cabeza. ¿por qué es eso bueno? básicamente porque si estuviéramos en la cabeza veríamos todo su proceso de pensamiento, la forma en que registra las pruebas y saca las conclusiones de modo que mucho antes de lo que el autor querría sabríamos quién es el asesino. Y si estando dentro de la cabeza del detective, es decir narrando en primera persona, sería muy fácil caer en la pérdida de credibilidad frente al narrador porque sentiríamos que nos está ocultando información. Básicamente es la mejor estrategia para que haya una adecuada complicidad entre el lector y el autor.
Tenemos a un detective que excede, por mucho, las capacidades deductivas de cualquier mortal y si estuviéramos en una versión en primera persona sería mucho más fuerte el impacto, pero podrían pasar dos cosas: que odiemos al insufrible sabe lo todo o que al intentar mostrar su proceso nos veamos superados por el mismo. Al poner a un tercero entre nosotros y el protagonista Arthur Conan Doyle logró varios elementos: incrementar el suspenso en la acción, hacernos admirar al detective, filtrarnos sus excentricidades y ayudarnos a empatizar con Sherlock.
El asesinato de Roger Ackroyd es narrado por el doctor Sheppard, un médico rural de comienzos del siglo XX que vive con su hermana Caroline y, que debido a su condición de médico y a que su hermana es la agencia de inteligencia de King’s Abbot, está al tanto de todo lo que sucede en el lugar. Todo comienza con un posible suicidio por sobredosis de somníferos y se continua con el asesinato del potentado Roger Ackroyd la siguiente noche. Para desgracia del asesino, Hercules Poirot, el más famoso detective privado, se ha retirado recientemente a este pueblo a sembrar calabacines y eso acaba con su crimen perfecto.
Agatha Christie desarrolla con detalles significativos la relación con su hermana Caroline, al comienzo de la historia es potente el hecho de que él se demore en el rellano de la entrada y luego que su hermana le cuente, sin salir de casa, todo lo que el sabe lo que lo induce a negar sus certezas solo para robarle por un instante que tenga la razón.
La narración que hace el doctor es potente no solo por el nivel de detalles que nos permite observar las pruebas sino por las cosas, que él mismo nos cuenta, que dejaba en la sombra.
Si quieres más información te invito a que escuches el segundo episodio del Podcast en el siguiente link:
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